miércoles, 10 de noviembre de 2010

Amargo y misógino

¿Porqué habrán nivelado tanto los hombres las diferencias entre santos y santas? Cierto es que la  santidad carece de sexo, pero se olvida que a un varón le es más fácil emprender el camino de la santidad que a una mujer. Entre la mediocridad y la santidad está la sabiduría, que no es una vía anormal para el hombre sino únicamente para la mujer. Hasta ahora no ha habido ninguna mujer sabia. ¿Cómo llegan entonces las mujeres a la santidad? ¿Puede una vocación divina explicar este salto? Mientras en el hombre el acceso a la santidad es escalonado, en la mujer sólo puede ser vertiginoso, saltando por encima de la sabiduría o, más corrientemente, dando un rodeo. Hay una gran renunciación en la santidad femenina, más que en la masculina. La única forma por la que las mujeres han superado lo mediocre de su condición ha sido la santidad. Sólo siendo santas es como han producido algo. En el amor no han aportado nada nuevo excepto su presencia

E. M. Cioran - El libro de las quimeras

lunes, 8 de noviembre de 2010

Creer

Elizabeth no está segura, mientras escucha su propia voz, de si todavía cree lo que está diciendo. Estas ideas debieron convencerla hace años, cuando las escribió, pero después de tantas repeticiones han adquirido un aire gastado y poco convincente. Por otro lado, ya no está muy convencida de creer en el hecho de creer. Las cosas pueden ser ciertas, piensa ahora,  aunque uno no crea en ellas, y a la inversa. Al final el hecho de creer puede no ser más que una fuente de energía, como una batería que uno acopla a una idea para hacerla funcionar. Tal como pasa cuando uno escribe: hay  que creer en lo que uno cree para poder hacer el trabajo.

Elizabeth Costello - J.M.Coetzee

viernes, 5 de noviembre de 2010

Elegías a Julia Gay - José Agustín Goytisolo

En el verano de 1999 encontré este libro en casa de unos familiares que visité. Estaba en la mesa de noche y al acostarme lo descubrí. Le pregunté a la dueña de casa por el libro pero no sabía a quién se le podía haber quedado olvidado. 
Lo leí y me sentí muy conmovida. Pensaba a menudo en el dolor  que reflejaba de forma tan intensa en sus poemas.
Buscando información supe que este libro era dedicado a su madre que murió el 17 de marzo de 1938 durante un bombardeo.
A los pocos días escuché de su suicidio.

El jardín era sombra - José Agustín Goytisolo

Yo recuerdo tus ojos 
cuando hablabas del aire
porque el cielo venteaba en tus pupilas

Yo recuerdo tus manos -hace frío-
arropándome al lecho como copos
de nieve enamorada

La luz era contigo 
más clara
la alegría en tu boca era tu tu boca
y el jardín era sombra porque cuando decías 
jugad en el jardín
nos cubrías de un tenue perfume de enramada.