jueves, 21 de octubre de 2010

El escape de la poesía

Tal vez los deberes del poeta fueron siempre los mismos en la historia. El honor de la poesía fue salir a la calle, fue tomar parte en éste y en el otro combate. No se asustó el poeta cuando le dijeron insurgente. La poesía es una insurrección. No se ofendió el poeta cuando lo llamaron subversivo. La vida sobrepasa las estructuras y hay nuevos códigos para el alma. De todas partes salta la semilla; todas las ideas son exóticas; esperamos cada día cambios inmensos; vivimos con entusiasmo la mutación del orden humano: la primavera es insurreccional.
Yo he dado cuanto tenía. He lanzado mi poesía a la arena, y a menudo me he desangrado en ella, sufriendo las agonías y exaltando las glorias que me ha tocado presenciar y vivir.
Por una cosa o por otra fui incomprendido, y eso no está mal del todo.

Confieso que he vivido - Pablo Neruda

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