sábado, 9 de octubre de 2010

Imagino

¿Viajar? Para viajar basta existir. Voy, de día en día, como de estación en estación,en el tren de mi cuerpo, o de mi destino, asomado a las calles  y plazas, sobre los gestos y rostros, siempre iguales y siempre diferentes, como son, a fin de cuentas, todos los pasajeros.
Si imagino, veo. ¿qué más hago yo si viajo? Sólo la debilidad extrema de la imaginación justifica que se tenga uno que desplazar para sentir.
“Cualquier camino, este mismo camino de Entepfuhl, te llevará hasta el fin del mundo". Pero el fin del mundo , desde que el mundo se consumó dándole la vuelta, es el mismo Entepfuhl, de donde se partió. En realidad, el fin del mundo, como el principio, es nuestro concepto del mundo. Es en nosotros donde los paisajes tienen paisajes. Por eso, si los imagino, los creo; si los creo; son; si son, los veo como a los otros. ¿Para qué viajar? En Madrid, en Berlín, en Persia, en China, en ambos polos ¿dónde estaría yo sino en mí mismo, y en el tipo y género de mis sensaciones? . La vida es lo que hacemos de ella. Los viajes son los viajeros. Lo que vemos no es lo que vemos, sino lo que somos.

El libro del desasosiego – Fernando Pessoa

No hay comentarios:

Publicar un comentario